miércoles, 15 de mayo de 2013

Un nuevo paso en nuestra vida


La adolescencia 

  El pasaje de la niñez a la adultez, esa etapa conocida como adolescencia, se 
compara muchas veces con un puente. Ahora bien, este no es un puente firme, 
sino que se asemejaría más a un puente colgante, un tanto oscilante e
inestable, donde a veces parece que se avanza, y otras que se retrocede. 
Por este proceso se abandona un terreno conocido y seguro, como es el de la 
niñez, donde se cuenta con la protección y seguridad que brindan los padres, 
para aventurarse a la tarea de ser adulto, de ser responsable, de elegir su futuro. 
Este tránsito como puede verse no es fácil, ni para los adolescentes, ni para los 
padres y es por ello también que esta etapa está plagada de contradicciones, de 
ambivalencias, ya que se trata de algo muy deseado - crecer, ser independiente 
pero hay mucho miedo.
 Es también un momento difícil para los padres, quienes se encuentran
generalmente en una etapa de realizar un balance de su vida, donde se
replantean sus proyectos y expectativas; cuales fueron sus logros y cuales no 
pudieron ser. Donde ellos también deben elaborar el duelo de ver desprenderse 
a sus hijos, y abandonar esa imagen de niños, y verlos como adultos. 
Sin embargo, la adolescencia es una etapa muy bella también, donde surgen 
con más fuerza los ideales, donde se cree firmemente en la posibilidad de 
realizar los sueños, donde aparece por primera vez el enamorarse; en fin, es 
también un gran momento para encontrarse de otra manera con los padres y 
re descubrirlos, pero muchas veces los padres se muestran preocupados o 
confundidos, sin saber muy bien como acompañar a sus hijos a transitar este 
camino.
Si bien cada adolescente es un individuo, con una personalidad única y con 
intereses propios, sus propios gustos y disgustos, hay numerosos factores comunes en el desarrollo que todos confrontan durante los años de la
adolescencia y que quizá, ayude a comprender los
El establecimiento de una verdadera independencia respecto a los padres no es 
cosa sencilla para el adolescente, las motivaciones opuestas y las presiones 
externas en pro de la independencia y de la conservación de la dependencia son 
fuertes, por lo cual, producen conflictos y conductas vacilantes
.
El adolescente esta tratando de ser adulto con toda seriedad. Posee la estatura, 
el peso y muchas de las destrezas de un adulto. Para que se le reconozca el 
rango de adulto, tiene que adquirir las características psicológicas sobresalientes 
de este. La independencia y la autonomía son dos de las más importantes 
características que debe poseer.
La poderosa motivación que tiene el adolescente para conducirse
independientemente proviene de dos fuentes: las presiones sociales y la
identificación con la independencia de los modelos que son los adultos.
Es necesario tener en cuenta que para el desarrollo de tal independencia el 
adolescente debe desarrollar ciertos aspectos que intervienen en el proceso y 
que facilitan el logro de la misma, así como es necesario describir elementos 
que intervienen en el proceso del desarrollo de la independencia, estos aspectos 
son:
ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN LA INDEPENDENCIA

AUTOESTIMA.
Es la capacidad de tener confianza y respeto por sí mismo. Se empieza a
construir desde antes de nacer, en el deseo y amor de los padres. y es en el 
el sentimiento de valía que transmiten los padres a los hijos. 
Es la base firme para lograr una identidad que se transformará en el sentimiento 
de ser aceptado, de ser él mismo y la persona en que los demás pueden confiar.
Una adecuada autoestima se asocia al reconocimiento de cualidades y defectos 
y a una mayor conciencia de los alcances y limitaciones para luchar y obtener 
mejores condiciones de vida.
En la adolescencia la autoestima se debilita, ya que uno de los factores
importantes como la imagen corporal cambia y se da la confusión de roles. En 
esta etapa el adolescente cuestiona, rechaza, pregunta y necesita que los
adultos le ayuden a valorar sus logros con el fin de fortalecer su posición
personal y su autoestima.
El adolescente siente la necesidad de independencia, de ser reconocido y de 
buscar su propia identidad, creamos en su capacidad para lograrlo pero también 
asumamos la responsabilidad y el compromiso de que necesita del
acompañamiento adulto para hacerlo.
La autoestima es la capacidad de valorar y amar lo que somos y queremos ser, 
es fundamental para el reconocimiento y desarrollo de nuestras capacidades y 
potencialidades, es estar en constante armonía entre lo que tenemos y podemos 
ser. Debemos amar y valorar las cosas maravillosas de nuestra cotidianidad por 
que allí radica la felicidad y el verdadero sentido de cada minuto que tenemos
del hermoso regalo llamado vida.
Para el adolescente es necesario que se fortalezca esta cualidad, considerada 
así por que es la base para vivir en sociedad, partiendo del principio que si nos 
queremos a nosotros mismos y a nuestras cosas, también podemos querer a los 
que nos rodean.La autoestima es la base para nuestro bienestar, puesto que si queremos
nuestro cuerpo, nuestro ser, nuestros familiares y amigos, nuestra sociedad y 
nuestro planeta; seremos capaces de velar y procurar de que todo lo que 
queremos siempre se encuentre bien. Teniendo presente lo anterior es
necesario incluir el concepto de auto cuidado y el cuidado de todo lo que tiene 
que ver en nuestras vidas como una consecuencia de una excelente autoestima.

IDENTIDAD. 
Es la necesidad de reafirmar la individualidad y el ser como persona única e 
irrepetible, con capacidades, con habilidades, con proyectos, con ideales, con 
sueños y sentimientos. Rodeado de una familia y una sociedad que influyen en 
esto.
El adolescente se halla en una constante lucha en la búsqueda de su identidad, 
esto es de definir quien será, como será. (El tan frecuente: "Yo soy así", en su 
intento de reafirmarse), buscando incorporar modelos, ideales, a la vez que 
comienza el dejar un poco a las figuras de los padres como modelos. Este 
proceso conlleva a una inevitable "des idealización" de las figuras paternas, con 
la consecuente crítica hacia ellos. Esto, por supuesto, es motivo de muchas 
peleas, ya que no siempre los padres pueden tolerar esas críticas, o no siempre 
el adolescente puede formularlas como corresponde.
Es importante recordar que como adolescentes se tiende a idealizar las figuras 
paternas u otras como modelos de comportamiento dignos de imitar y son estos 
los que moldean la identidad y la personalidad que adquirimos. De allí la 
importancia que como adolescentes busquemos modelos beneficiosos y
positivos para nosotros, nuestra familia y nuestra sociedad.

EL DESARROLLO FÍSICO
Los cambios que ocurren con nuestro cuerpo, suceden a un ritmo que no 
siempre alcanza a ser asimilado, lo que lleva a que con frecuencia nos sintamos 
extraños o avergonzados con nosotros mismos o con nuestro cuerpo. (VER 
SECCIÓN DE CAMBIOS FÍSICOS). Por otra parte es necesario tener en cuenta 
el crecimiento da apariencia de ser adulto aunque no en su totalidad, puesto que 
falta madurez mental y emocional. Esto genera conflictos pero es muy
importante comprender que a pesar de sentirnos grandes el proceso es lento y 
la consecución de la adolescencia no será inmediata, requiere tiempo, pues los 
padres notan cuando la responsabilidad y sentido de nuestro comportamiento es 
favorable y beneficioso para nuestro bienestar.
Puesto que Aparece preocupación con relación a su atractivo físico y sexual con 
relación a otros.


RESPONSABILIDAD. 
Las circunstancias, necesidades y elecciones sitúan a las personas en
situaciones y roles particulares. Responsabilidad moral es aceptar lo que se 
requiere, honrar el papel que se nos ha confiado y llevarlo a cabo
consciente mente, poniendo lo mejor de uno mismo. Al actor se le ha dado un 
papel. Debe ser consciente de esto y no desear estar en otro lugar o ser otra 
persona. Las tareas asignadas deben realizarse con integridad y sentido de 
propósito. Una persona responsable cumple con el deber que se le asignó y 
permanece fiel al objetivo. Las responsabilidades se llevan a cabo con integridad 
y con sentido del propósito.
La responsabilidad implica cumplir con nuestros compromisos y deberes como 
adolescentes, como hijos, como estudiantes, comos miembros de una
comunidad y la sociedad. Es pues necesario e imprescindible que para ser
independientes seamos responsables de nuestros actos y cumplamos
permanentemente con nuestros compromisos, con las reglas o leyes y respetemos los valores sociales, de esta manera seremos independientes y se 
nos respetaran nuestras decisiones.
Algunos interpretan la responsabilidad como una carga y no logran verla como 
algo personalmente relevante. Creen conveniente proyectara como si fuera el 
problema de otros. Estas personas no asumen sus responsabilidades, sin
embargo, cuando se trata de sus derechos ¡son los primeros en reivindicarlos! 
Es necesario asumir la responsabilidad como algo nuestro y no de lo demás.

RESPETO.
El respeto comienza en la propia persona. El estado original del respeto está 
basado en el reconocimiento del propio ser como una entidad única, una fuerza 
vital interior, un ser espiritual, un alma. La conciencia elevada de saber “quién 
soy” surge desde un espacio auténtico de valor puro. Con esta perspectiva, hay 
fe en el propio ser así como entereza e integridad en el interior. Con la
comprensión del propio ser se experimenta el verdadero auto respeto.
Conocer el valor propio y honrar el valor de los demás es la verdadera manera 
de ganar respeto. Respeto es el reconocimiento del valor inherente y los
derechos innatos de los individuos y de la sociedad. Estos deben ser
reconocidos como el foco central para lograr que las personas se comprometan 
con un propósito más elevado en la vida.
El respeto por nosotros, nuestros padres, nuestros amigos y por los que nos 
rodean es fundamental para que respeten nuestra condición como adolescentes 
y personas con capacidades, es fundamental para el desarrollo de nuestra 
independencia y el respeto por nuestras propias decisiones.

LA DISCIPLINA.
Los adolescentes necesitan límites claros para mantener el orden y proteger 
derechos individuales y sociales. Deben ser consistentes y claramente establecidos. Algunas normas pueden flexibilizarse y ser negociadas en
consenso con ellos y los padres o adultos responsables. 

LAS EMOCIONES. 
Las emociones son esa capacidad de expresar mediante actos o
comportamientos lo que sentimos o pensamos acerca de lo que nos esta
pasando, en la adolescencia las emociones son de vital importancia para la 
expresión de los cambios que se sufren o suceden. Por otra parte en la
adolescencia es frecuente que esas emociones sean muy explosivas y
extremistas por la misma adaptación a los cambios que afrontamos, y por que 
hay una tendencia a ser mas susceptibles a los inconvenientes y explotamos 
con facilidad.
Es necesario para el logro de la independencia que estas emociones se puedan 
controlar y manejar para que no afecten nuestra razón y nuestra lógica en las 
acciones y decisiones que tomamos, y no afecte las relaciones con nuestros 
padres y personas cercanas.

EL GRUPO. 
Las relaciones personales, los amigos y el grupo, son un medio de socialización
prioritario después de la familia, es en el grupo donde se aprende con los pares 
a forjar la independencia, a tomar y poner en marcha las pequeñas y grandes 
decisiones, de allí la importancia de relacionarnos de la mejor manera y buscar 
amistades adecuadas para un desarrollo positivo de nuestra adolescencia. (ver 
sección de amistad)
El modo de vestir e intereses está muy influenciado por los amigos, esto es muy 
importante, ya que como dijimos, pasan a ser nuestros referentes, en este 
proceso de independencia de nuestros padres, desvalorizando muchas veces 
las opiniones de la familia. Nuevamente, los padres tendrán que lograr ese 
equilibrio, en que se respete a los amigos, respetando también las normas básicas que cada familia tiene. Es necesario que la influencia del grupo no 
contradiga las normas familiares y morales otra parte, como adolescentes
debemos establecer limites a las influencias del grupo de manera responsable, 
esto también demuestra el grado de independencia y razonamiento en la toma 
de decisiones.

CONFLICTOS ENTRE EL ADOLESCENTE Y LOS PADRES
Aprender a ser padres de adolescentes es difícil. La mayoría de los padres 
repite con sus hijos los mismos patrones de educación que recibieron. También 
hay que aprender a ser hijo adolescente, no es suficiente serlo y vivirlo.
Con frecuencia padres e hijos se quejan de no poder comunicarse entre sí, y a 
pesar de las buenas intenciones la dificultad está en asumir posiciones
extremas, tanto departe de los padres como de los hijos. Los padres justificados 
en su gran amor por los hijos, ven el riesgo, sienten el miedo y quieren evitarles 
cometer errores. Los hijos los ven muy prevenidos y desconfiados, que los
sobre protegen y no los dejan independizarse. La única forma de acercar estas 
posiciones es mantener una comunicación abierta, dentro de una actitud de 
entendimiento, respeto y búsqueda de acuerdos de doble vía .(ver sección de 
comunicación).

CONSEJOS A LOS PADRES:
Todos los padres quieren proteger a sus hijos de riesgos innecesarios, sin
impedirles su desarrollo, independencia y responsabilidad y la capacidad de 
disfrutar de la vida. Cada padre es modelo para su hijo. La rebeldía del
adolescente tiene que ver con el desarrollo de su identidad y autonomía, no con 
desafiar a los padres.
Es conveniente que los padres acompañen a los adolescentes en su desarrollo,
indicar o sugerir alternativas y apoyarlos en sus luchas y búsqueda de caminos. 
Para promover la comunicación con los hijos es necesario sacar tiempos-especiales para cada uno, aprender a escuchar con atención, no interrogar , no 
juzgar, pedir y tener en cuenta su opinión, estimular sus logros, hacer claridad 
en valores y creencias pero no imponerlos, interesarse por las cosas importantes 
para ellos.
Para los adolescentes es valioso intercambiar ideas, debatir y contradecir como 
intento de afianzar sus posiciones. Está tratando de ver la vida desde una nueva 
óptica. Aceptar que sus amigos son más importantes y que los prefieren a su 
familia, por lo cual abrir el espacio familiar para incluirlos.
Si bien nuevamente podemos decir que no hay reglas fijas respecto a lo que 
debe hacerse, algunas pautas generales que pueden ayudar, son: 
* Proveer un ambiente seguro y armonioso en el hogar.
* Crear una atmósfera de honradez, confianza y respeto mutuo. 
* Permitirle al adolescente la independencia apropiada para su edad.
* Desarrollar una relación con el niño o el joven que le permita confiar en los 
padres cuando tenga preocupaciones o problemas.
* Enseñarle la responsabilidad básica para con sus objetos personales y para 
con los suyos.
* Enseñarle la responsabilidad básica de ayudar en la casa.
* Enseñarle la importancia de aceptar límites.
La habilidad de hablar abiertamente acerca de los problemas es uno de los 
aspectos más importantes de la relación entre padres e hijos. Desarrollar esta 
relación requiere persistencia y comprensión. Los padres deben tratar de 
dedicarle cierto tiempo a cada hijo, especialmente si están discutiendo temas 
difíciles o tristes. Esta relación crea una base de confianza que le permite al niño 
el discutir con sus padres los problemas y conflictos que surjan durante la 
adolescencia.Una relación padre – hijo llena de conflictos y tensión en la adolescencia puede 
ser una señal de la necesidad de ayuda profesional. El tiempo y energía que 
invierten los padres durante la infancia de sus hijos puede prevenir el que los 
problemas pequeños de la infancia se conviertan en problemas más grandes de 
la adolescencia .
CONSEJOS A LOS ADOLESCENTES.
* Demuéstrales tu afecto, cuando discutas con ellos no grites, habla con
razones sólidas y pensadas, escucha con atención todos sus consejos.
* Elige la negociación antes que la confrontación y demuéstrales que sabes 
dialogar, olvida el mal humor, se divertido y educado con todos, aprende de las discusiones y conversaciones con ellos, por favor se coherente entre tus 
palabras y tus actos.
* Gánate su confianza, intenta permanecer al a altura de las circunstancias, 
piensa que ellos quieren lo mejor para ti.